LOS BRAZOS TAMBIÉN CORREN: 6 CONSEJOS PARA UN BRACEO PERFECTO

Corres con las piernas es verdad; pero también corres con los brazos.  El movimiento de esta parte de tu cuerpo es sumamente importante para un corredor y de eso hablaremos en este artículo.

Aunque a la hora de hablar de técnica de carrera, muchos corredores se concentran en la pisada y el movimiento de las piernas, lo cierto es que tu braceo es una parte indivisible de la técnica de carrera, y por ello es necesario que le des la importancia que merece.

Pese a que muchos corredores no se percaten de ello, cuando corres los brazos te ayudan a impulsarte hacia adelante y es por eso que el movimiento adecuado de nuestros brazos ayuda a ganar velocidad (correr más rápido), mantener el equilibrio y gastar menos energía.

Teniendo en cuenta la importancia del braceo, a continuación te daremos 6 consejos para mover tus brazos mientras corres.

1.- MANOS RELAJADAS

Mientras corres, mantén tus manos relajadas, no cierres con fuerza los puños ni pongas los dedos rígidos.

El objetivo mientras corres, es cerrar tus manos, sin exagerar con la fuerza.

Para que Algunos entrenadores entregan a sus corredores un huevo hervido (sin cascara) o una papa hervida durante el entrenamiento. Si al correr están dañados, será porqué has hecho presión con las manos.

2.-RELAJA TUS HOMBROS

Al correr debes intentar hacerlo de la manera más eficiente y económica y por ello debes evitar todas aquellas conductas que tiendan a la rigidez o tensión.

Corre de manera tal que tus hombros vayan relajados y acompañen el movimiento de tus brazos  mientras lo haces.

Sin embargo, muchos corredores cometen el error de correr con los hombros rígidos y tensos (los suben demasiado).

Si al terminar un entrenamiento, sientes tus hombros muy cansados, seguramente se deba a la innecesaria tensión que has producido en ellos durante todo el entrenamiento. Presta atención a los detalles.

3.- ATENCIÓN A LOS CODOS

Al correr, tus codos debieran estar flexionados a aproximadamente 90 grados,lo que significa que tus brazos no debieran estar ni completamente estirados ni flexionados.

Además, deberás evitar correr con los codos tensos y rígidos, ya que produce la tensión de los bíceps y músculos del antebrazo, generando un mayor gasto energético.

Al igual que los hombros, corre con los codos relajados  y sin realizar una fuerza innecesaria.

4.- MUÑECAS

Al correr, tus muñecas deberían estar relajadas, sin que ello significa que deban moverse de arriba a abajo sin control.

Asimismo, debes prestar atención a que tu dedo pulgar apunte hacia arriba, y no hacia afuera.

5.- BRAZOS EN PARALELO

Mientras corres, el movimiento de tus brazos debe ser paralelo a tu cuerpo, tus brazos deben ir junto a ti, cerca de tu cuerpo y no abiertos como dando codazos a los contrincantes.

El movimiento de los brazos debe partir siempre de los antebrazos y debe dirigirse de atrás hacia delante: evita cruzar en exceso los brazos por delante del cuerpo.

De esta manera, ahorrarás energía innecesaria y obtendrás mayor estabilidad.

6.- MOVIMIENTOS CONTROLADOS

Al correr los movimientos de tus brazos deben sentirse cómodos  y no realizar movimientos bruscos ni exagerados.

Al subir los brazos, hazlo hasta la altura de tus pectorales y al descender imagina que tu mano roza tu cintura.

Excederte en estos movimientos te significará un desgaste innecesario de energía.

Aunque estés corriendo a máxima velocidad, el movimiento de tus brazos debería ser armonioso y económico, de manera de mantener la estabilidad y evitar el gasto energético innecesario.